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me elevan la mirada al infinito
con un fiat de nardo enamorado.
Aletea tu gracia en mi alminar
y florecen guirnaldas de acebuche
en el algar profundo de mis ojos.
Dos tórtolas humildes
dan albricias al sol en los alféizares.
Atalayado en altas celosías
se alboroza mi adarve,
pecho arriba el clamor,
por tu denso perfume de alhucema.
Bajo el olivo rojo
perdonas mi albaquía
y brota un aleluya de mis labios.
Me acicalo, me visto
con la albadena más lujosa y limpia,
me adorno con ajorcas para ti.
Como lengua de fuego
danzo bajo el aliento de tu boca.
Como leve partícula
floto invisible en tus candentes brazos.
Tú, alfarero divino,
adornas mi belez con tus alarias.
Hoy te canto con torpe algarabía,
tierno salmo del alma desprendido,
como cita el almuédano a oración.
A tus pies, de rodillas,
soy alcadafe en tu Getsemaní
para acoger las gotas inmortales.
Emma Margarita R.A.-Valdés
Del libro: "Algarabía"
Editorial: Obra Social y Cultural de Cajasur.
Publicado con permiso de la Autora.
Prohibida su reproducción sin su expreso consentimiento.
email de la Autora: emmarav@teleline.es
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Música: Bahlem Biek

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